Los garbanzos son originarios del sudeste de Turquía, desde donde se extendieron por toda la cuenca mediterránea.
Ya era un ingrediente habitual en las dietas de griegos, romanos y
egipcios. Son ricos en proteínas, hidratos de carbono, grasa no saturada y fibras
solubles; minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro, zinc y selenio,
y vitaminas del grupo B. La medida de estos garbanzos es el equilibrio justo
entre sabor y digestibilidad Mezclados con arroz, pastas, verduras, pan, carne
o pescado, conseguimos todos los aminoácidos esenciales en una sola comida.
de agricultura ecológica certificada