Alimento ecológico. No GMO. No irradiado. Apto para vegetarianos y veganos. De elaboración artesanal.
Es un alimento muy útil para lograr una dieta equilibrada ya que ofrece, además de vitaminas y minerales, pocas calorías, pocas grasas y mucha fibra.
Origen: España.
Propiedades: Debido principalmente a su riqueza en minerales se trata de un alimento reforzante. Es una fuente excelente de calcio, sobre todo para las personas que no consumen productos lácteos. Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías para perder peso. De manera que hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un plato ligero que puede formar parte de la cena de quien desee adelgazar. Conviene a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante del tracto intestinal. Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides. Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica. Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.
Preparación: Su uso en la cocina es parecido al de la espinaca. Incluso se pueden combinar ambas verduras en tortillas, cremas y rellenos, de manera que sus sabores se equilibran. Se puede saltear en buen aceite de oliva con piñones y pasas, o combinarla con nueces y tofu sedoso en una refrescante ensalada. Están riquísimas, y no hay platos más sencillos, que acompañadas con patatas o troceadas muy finamente con un buen plato de arroz hervido. Tanto sus hojas verdes como sus tallos son excelentes para la confección de caldos de verduras, en combinación con hortalizas de raíz. Para condimentarlas se puede hacer uso del orégano, el tomillo, la hierbabuena, la nuez moscada recién molida y, por supuesto, el ajo.
Ingredientes: acelgas*, agua y sal. *Procedente de cultivo ecológico
de agricultura ecológica certificada