El aceite del árbol del té, se obtiene de la destilación en alambique de las hojas del árbol Melaleuca Alternifolia. Es originario de Australia.
Ha sido usado por los aborígenes australianos por sus numerosas propiedades desde hace cientos de años.

Propiedades del aceite del árbol del té

Posee un efecto antiséptico triple: actúa contra las bacterias, hongos y virus. Además es bactericida, fungicida, antivírico, cicatrizante, antiinflamatorio, desodorante, expectorante y balsámico.

PIEL: Abscesos, acné, pie de atleta, ampollas, quemaduras, magulladuras, sarpullidos de la varicela, calenturas, caspa, herpes, picaduras de insectos, piel grasa, dermatitis del pañal, granos, verrugas, heridas infectadas.

APARATO RESPIRATORIO: Asma, bronquitis, catarros, tos, sinusitis, tuberculosis, tosferina.

APARATO REPRODUCTOR: muguet (vaginal), vaginitis.

SISTEMA INMUNOLÓGICO: Resfriados, fiebre, gripe, enfermedades infecciosas.

APARATO URINARIO: Cistitis, prurito.

Precauciones al usar el aceite del árbol del té.

No se le conoce ningún tipo de toxicidad, ni efectos secundarios, no irrita la piel por lo que no conlleva ningún riesgo para la salud. En casos aislados se ha detectado algo de sensibilización en algunas personas.

Al igual que con otros aceites esenciales hay que evitar su contacto con los ojos, en cuyo caso, simplemente hay que lavarse con abundante agua y jabón.

Este aceite esencial es indispensable en todo botiquín casero, ya que permite toda una serie de posibilidades además de permitirnos personalizar los productos cosméticos, dotándolos de propiedades terapéuticas.

NOTA: La información o descripción contenida en todos nuestros artículos, es de carácter meramente orientativo y no sustituye a la prescripción o tratamiento médico.  Si tiene usted preocupaciones por el estado de su salud, consulte a su médico o profesional de la salud.

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